Meditaciones by Marco Aurelio Antonino Augusto

Meditaciones by Marco Aurelio Antonino Augusto

autor:Marco Aurelio Antonino Augusto [Antonino Augusto, Marco Aurelio]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Ensayo, Filosofía, Memorias
editor: ePubLibre
publicado: 0179-01-01T05:00:00+00:00


LIBRO VIII

8.1 Te lleva también a no vanagloriarte el hecho de que ya no te es posible haber vivido toda tu vida, o desde la juventud al menos, como filósofo, sino que se ha hecho evidente, a muchos otros y a ti mismo, que estás lejos de la filosofía. (2) Te has confundido, por tanto, y así no te es fácil ya adquirir la fama del filósofo y se te enfrenta incluso el supuesto previo. (3) Si has visto verdaderamente dónde está el asunto deja a un lado qué se opinará de ti. Que te sea suficiente si, en lo que te resta de vida, vives precisamente como quiere tu naturaleza que lo hagas. (4) Reflexiona, por tanto, sobre qué quiere y que nada más te distraiga, porque ya lo has intentado y después de muchos descarríos nunca hallaste el vivir bien: (5) ni en los razonamientos lógicos, ni en la riqueza, ni en la fama, ni en el disfrute, nada en absoluto. (6) ¿Dónde está, pues? En hacer lo que persigue la naturaleza del hombre. ¿Cómo lo harás? Si tienes convicciones desde las que iniciar tus impulsos y tus acciones. ¿Qué convicciones? Las que versan sobre lo bueno y lo malo: no existe bien para el hombre que no lo haga justo, prudente, viril, liberal; ni existe mal que no provoque lo contrario de lo dicho.

8.2 En cada acción pregúntate: ¿cómo es en lo que me atañe?, ¿no me arrepentiré por ella? Un poco más y estoy muerto, y todo fuera. ¿Qué más persigo, si la tarea presente es propia de un animal reflexivo, comunitario y con reglas propias de dios?

8.3 ¿Alejandro, Cayo César, Pompeyo qué son en relación con Diógenes, Heráclito y Sócrates? (2) Éstos vieron los asuntos, sus causas y sus materias, y sus principios rectores fueron independientes. Aquéllos, ¡en qué cosas fueron privilegiados! Y ¡en cuántas esclavos!

8.4 Aunque revientes, harán lo mismo, nada en menor grado.

8.5 En primer lugar, no te turbes: todas las cosas son según la naturaleza del todo y en poco tiempo serás nadie en ningún sitio, como tampoco son ya Adriano, ni Augusto. (2) A continuación, después de escudriñar en este asunto y recordar a un tiempo que debes ser un hombre bueno y qué te pide a cambio la naturaleza del hombre, realízalo sin darte media vuelta y de la forma que te parezca más justa, con tal de que sea con amabilidad, con decencia y sin fingimiento.

8.6 La naturaleza del todo ejerce la función de trasladar lo que está aquí allí, cambiarlo, sacarlo de aquí y llevarlo allí. (2) Todo son variaciones, pero no tales que haya que temer que algo sea nuevo. Todo es rutinario.

8.7 Le basta a toda naturaleza con avanzar por buen camino. Avanza por buen camino la naturaleza racional que en sus representaciones no se acompasa con lo falso y poco claro, que endereza sus impulsos sólo a tareas comunitarias, que provoca apetitos y rechazos sólo de aquello que está en nuestra mano y que se conforma con todo lo asignado por la naturaleza común.



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